La
alimentación es un tema que suele interesar a las familias en términos
generales aunque en la práctica diaria se nos vaya un poco de las manos.
Cuando
los bebés son muy pequeños, la alimentación es asesorada por pediatras y cuando
algún alimento no le va bien es evidente y enseguida se corrige. Las familias
se preocupan de cuando tienen que comer cereales, o fruta o comida de origen
animal.
Pasada
esta etapa, los niños pueden comer de todo, igual que los mayores, pero no se
vigilan las necesidades nutrientes que son necesarias.
El tipo de vida de las familias
condiciona mucho el tipo de alimentos que se preparan para cubrir las
necesidades alimentarias diarias dándose muchos casos en los que la comida
familiar del mediodía tradicional en nuestro país va decreciendo debido a los
horarios laborales de los padres en los que les dejan poco tiempo para esta
necesidad, influyendo con esto no solo el contenido de la comida sino también
la forma en la que se hace, generalmente breve en espacios reservados para
ello.
Como
consecuencia de una vida ajetreada, con unos horarios difíciles de conciliar,
las familias se olvidan de la necesidad de mantener una dieta equilibrada desde el comienzo del día,
para afrontar la jornada con energía y
sensación de bienestar.
- Carlos Domínguez, biólogo y máster en
Alimentación
- Alberto Flaño, presidente de la
Fundación Avanza y director del curso Educar para vivir más inteligentemente.
- Pepe Báez, director del Instituto
Velázquez de Sevilla.
C.D.
– “La dieta mediterránea tiene tres características principales que no tienen
el resto de dietas. En primer lugar: el tipo de grasa que utilizamos. El aceite
de oliva que usamos para cocinar muchos platos es algo excepcional. Tiene unas
propiedades que no tienen ningún otro producto; solo por el hecho de tomarlo a
diario ya estamos ganando enteros en calidad de vida. Otro tipo de grasa como
el pescado azul o los frutos secos que tienen omega 3 u omega seis, son muy
beneficiosos. En segundo lugar las proporciones de los nutrientes que tomamos
en nuestras recetas: mucha verdura y muchos hidratos de carbono y con algo de
guarnición de carne o pescado. Y por último mucha riqueza de micronutrientes
que nos lo da las verduras y la fruta, también las hierbas aromáticas, o
condimentos como el romero, pimienta, tomillo, etc que se usa mucho en la dieta
mediterránea”.
A.F.
– “En el curso que estamos dando en la Fundación Avanza Educar para vivir más
inteligentemente, nos parecía un tema muy importante. Parece que cuando
hablamos de la inteligencia, solo tenemos que estar hablando de CI, o
capacidades en diferentes ámbitos; pero a veces se nos olvida lo importante que
es la alimentación para rendir bien, para nuestra salud y además es un tema que
a los niños les preocupa. En el curso queríamos abordar no ya los temas
relacionados específicamente con la inteligencia, sino también asuntos que
sabemos que a los niños les preocupan y que deberíamos saber un poco más sobre
ellos para poderlos orientar”.
P.B.
–“Nuestro instituto como otros muchos centros desarrollamos un programa que se
llama Forma Joven en el que se tratan distintos temas de vida saludable y entre
ellos, lógicamente el de Hábitos de alimentación. Ellos reciben charlas, el
programa no es del instituto sino que está promocionado por la Junta de
Andalucía. En el descanso de media mañana ya hay una cierta presión de los
padres para que se les ofrezca fruta zumos y que los bocadillos no tengan mucho
colesterol. Es una cuestión de educación. Es una cuestión de insistir”.
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