Este es nuestro nuevo libro: "Abriendo Puertas"

Este es uno de nuestros programas

Napoleón, ciencia y poder

La ciencia es el motor que hace que el hombre evolucione, que la Historia se desvíe del camino esperado, que el universo nos muestre su información. Cualquier avance de cualquier campo, hoy, tiene a la Ciencia como madre. Pero en otros tiempos, los científicos ejercían su oficio con prudencia, con instrumentales básicos o auto-confeccionados para un fin determinado. Desde la Antigüedad existieron los que se preguntaban por los fenómenos y no aceptaban las creencias como verdades. Estas personas han hecho posible que la vida en este planeta se desarrolle y alcance un altísimo grado  de conocimiento  de todas las formas de vida y sus conexiones.
Gracias a la ciencia el hombre ha sido capaz de alcanzar retos asombrosos, y gracias a los y las científicas que partiendo de un trabajo intenso, descubrieron lo que era invisible y hemos podido llegar a comprender lo incomprensible, poniendo el escalón desde donde otros u otras alcanzarán nuevos descubrimientos.
De todas las veces que hemos hablado de  Ciencia en Puerta Abierta, esta tarde no ha sido una más, porque nuestra invitada de esta tarde nos ha hablado del papel que los científicos jugaron  en la resolución del poder como es el caso de Napoleón.

Invitada: Concepción Torres, doctora en Ciencias Químicas

C. T. - “La historia de la militarización de la ciencia es muy interesante. Napoleón tenía una formación matemática y fue el primero que  utilizó los conceptos matemáticos como estratega en las batallas.
Lo importante para él fueron sus maestros. Ningún científico si no tenía la oportunidad de tener un buen maestro, de asistir a una buena escuela, que fueron los seminarios, no hubiera podido llegar a nada. Napoleón estudió en la Escuela Politécnica y  tuvo la oportunidad de tener a Laplace como maestro.
Gaspar Monge fue un geómetra, y fue quien diseñó la Geometría Descriptiva. Estuvo siempre al lado de Napoleón porque estudiaron juntos. Era su alter ego porque decían que, lo que uno no podía hacer, lo hacía el otro. Los dos eran militares y los dos matemáticos. Monge se dedicó a la matemática y Napoleón más a la política desde el punto de vista militar.
A nivel ideológico, en esos momentos, se había separado la religión de la ciencia, y Monge era masón y tenía una formación humanista. Se abordaba la ciencia desde otro punto de vista, porque anteriormente los científicos, incluso Newton eran creyentes y cuando se leen sus Principias,  ahí está la existencia de Dios como premisa.
Es  a partir de Napoleón cuando se entendió la ciencia separada de la premisa de la existencia de Dios.  Laplace decía que la ciencia se podía desarrollar sin necesidad de meter el concepto de Dios en sus cálculos matemáticos o de su  modelo del universo.
Cuando Napoleón conquista Egipto se llevó a los mejores matemáticos y científicos que había en la Academia de la Ciencia de París y montaron el Instituto de Egipto.
Este era el  sentido de imperio que tenía Napoleón.  Pensaba que si esto (Egipto)  es nuestro, igual que hay una Academia de las Ciencias en París, vamos a hacer la misma en Egipto. A todos los sitios donde él iba (no era el colonialismo posterior), tenia la idea de que "tu eres francés no, si naces en Francia, sino si tu comulgas con el espíritu de liberté, égalité y fraternité". Esa era su idea del imperio.
Estos científicos descubrieron la piedra Rosetta con la que se han podido descifrar los jeroglíficos del Antiguo Egipto. Al elegir un equipo tan bueno como el que él llevaba, hubo uno (de los científicos) que tuvo la visión de darse cuenta de que se podían traducir todas las todas las inscripciones con esa piedra".

Esta tarde hemos reducido la visión de un gran estratega militar, como fue  Napoleón,  a su relación con la Ciencia.
Como hemos podido escuchar, muchos científicos, han crecido a la sombra del poder político, pero también la ciencia es la que hace fuerte a los poderes políticos en casi todas las épocas como en el caso de Napoleón, gran militar que se apoyó en la ciencia de su época y la valoró para hacer mas fuerte su imperio.

UNA ESCUELA PARA LA FELICIDAD

Esta tarde nuestro programa respira optimismo, ilusión y confianza en la escuela pública. ¿Cómo si no se podría hablar de “Una escuela para la Felicidad”? ¿Una escuela donde podamos ser y hacer felices? Solo con decirlo se nos ensancha el espíritu, y nos apuntaríamos del tirón.
Esta escuela para la Felicidad no sería posible, si no fuera también una escuela sensible, una escuela inclusiva, que atienda a las emociones a la diversidad y al talento.
Lógicamente si trabajamos para una escuela con estas características, los resultados irán acompañados de una transformación de las personas, una transformación de la sociedad y del entorno natural que nos rodea.
Todo este panorama que se nos antoja difícil y lejano, es, sin embargo, el objetivo a alcanzar por un grupo de profesores que están empeñados en conseguir que la calidad de enseñanza sea real, y además sea posible en la Escuela Pública.
Abrimos las puertas de nuestro programa, de par en par, para que nuestros y nuestras invitadas de esta tarde nos ilusionen y lo transmitan a todos los oyentes.
Una escuela Pública de calidad para la Felicidad es posible.
Nos lo han contado:
David  Villa Gómez, maestro del Ceip Miguel Hernández de Brenes (Sevilla)
Rafael Rodríguez Serrano, director del Ceip  Vicente Alexaindre de Brenes.
Mª Ángeles Ignacio Martagón, maestra del Ceip Vicente Alexaindre  de Brenes.
Mª José Hurtado Pedrosa, maestra Educ. Primaria del Ceip Adriano del Valle (Sevilla) y
Victoria Vivar Orgambidez del Ceip Vicente Alexaindre (Brenes)
R. R. - El término Felicidad se relaciona con las metas deseadas, con los propósitos, con aquello que quieren, con la pregunta para qué. Y para  responder a esa pregunta, cada alumno debe de tener un propósito. La escuela debe permitir que ese propósito individual esté presente en su actividad. El maestro debe acompañar al alumno en el desarrollo de su propósito. El maestro debe de poner el proyecto al servicio del alumno y no al revés. Entonces el alumno tendrá clara la respuesta a la pregunta ¿para qué estoy aquí?  Y así, podremos comprobar que aparecen los conceptos tan anhelados por los maestros, la  atención, la motivación, el respeto, la convivencia positiva y el desarrollo de las competencias.  Porque cuando una persona se siente bien, feliz en su trabajo es una persona más implicada, más creativa, e incluso más productiva.
A. I: - En la escuela que nosotros soñamos, el alumno debe de pensar que lo que siente es escuchado y respetado por todos. El profesor debe estar atento a las señales de los alumnos para atender a estas emociones, que siempre están surgiendo porque somos humanos. Se puede aprender de muchas formas, pero cuando uno se siente bien y es feliz, se aprende más y mejor. Cuando se respetan estas emociones y se da cabida en el aula a que cada uno se pueda expresar sin que haya represión,  la persona pueda abrirse,  puede sentirse bien, puede ir construyendo y se puede ir desarrollando progresivamente. Cuando no nos dejan ser como somos hay un bloqueo y el aprendizaje cuesta.
V. V: - El primero que tiene que descubrir su talento es el maestro. Si él maestro no ama lo que está haciendo difícilmente va a hacer que el alumno  descubra sus talentos y confíe en si mismo. Es una profesión que tiene que ser vocacional, y me refiero a que te encante lo que estás haciendo y que confies en que algo puedes mover cada día cuando llegas a la escuela.  Al llegar a la escuela, lo primero que hago es  acoger a los alumnos que llegan mirarlos y saludarlos. Sentirlos, saber como llegan cada día, porque todos los días traemos cosas de afuera. De alguna manera, cuando llegan allí,  se sientan ellos como identidad y pertenecientes a un grupo.
M.J. H: - Nosotros lo que queremos es el desarrollo integral de todas las personas que están en la escuela, porque todos somos partícipes. Y en este desarrollo integral podemos hablar de una inteligencia ecológica. En estos momentos en los que está en boga el cuidado  del planeta, porque el planeta está enfermo (como estoy yo), como consecuencia del cambio climático. Las plantas están floreciendo en una primavera temprana debido a todo lo que está ocurriendo. Esto mismo se ha tratado en mi aula. Mi alumnado estaba preocupado por qué su "seño" tenía esta voz (ronca). Y es que hay que meter dentro de las aulas esta situación tan dramática que estamos viviendo en estos momentos. Es un contenido muy actual del que se puede desarrollar muchísimas cosas a nivel de todas las áreas que se trabajan en la escuela.

D. V: - Queríamos transmitiros la ilusión,  la energía,  la coherencia y todo el sentido del proyecto que estamos viviendo. Su principal sentido es que tanto los profesionales como la familia y por supuesto el alumnado que esta inmerso en él, nos lo merecemos. Merecemos formar parte de una escuela distinta, respetuosa, que nos llene a todos, más humana. Y que persiga, en todo momento, el máximo  desarrollo personal de todos y cada uno de los que participan en la misma, para favorecer el que seamos un poco más felices. Abramos las puertas. La escuela tiene que transformarse y tiene que transformar. Esa es la escuela que queremos, que soñamos, una escuela que tiene sus puertas abiertas".

 "Es que, Dolores, hay que ver la vida que se deja entrar cuando se tienen las puertas abiertas".