En general, no nos
preocupamos de la salud hasta que no aparecen los primeros problemas, en
términos globales esto sucede cuando somos adultos, pero la salud de un adulto
tiene que ver también con la educación para la salud que recibió cuando era
pequeño y más tarde cuando fue joven.
Uno de los principales aspectos que se deben de
tener en cuenta para tener una buena salud es la creación de hábitos
alimenticios saludables en la población infantil y juvenil.
Aunque suene a contradicción, la alimentación
constituye uno de los problemas más importantes con los que nos encontramos en
una sociedad que tiene cubierta las necesidades alimentarias, debido por un
lado, al exceso de ofertas de productos industriales, a la falta de
tiempo de las familias en las que trabajan los dos progenitores y recurren
a una comida fácil de preparar y por otro lado también a la escasa
formación que se tiene sobre este campo de la salud.
La educación para la salud y la formación de
hábitos saludables ha llegado a ser considerada tan importante para la
juventud actual que se ha llevado hasta nuestros centros educativos
para de esta forma poder llegar a todos los agentes que participan en esta
área, no solo el alumnado sino que en esta formación tiene que participar
el profesorado y también las familias que tienen un protagonismo
especial pues si éstas se involucran en este aprendizaje, los
resultados serán más evidentes y satisfactorios.
Esta tarde en Puerta Abierta hemos hablado con
Mónica Muñoz Conde, coordinadora de CEJOS, (centro de atención juvenil,
especializado en el ámbito de la salud) acerca de la alimentación de los jóvenes,cómo
comen, cuáles son los trastornos alimenticios que presenta la juventud y
cuales son los hábitos que deben adquirir para tener una vida sana.
" Vivimos con en un escaparate de una
pastelería. Es la publicidad sobre todo con adolescentes. Es muy fuerte en lo
que es el consumo de refrescos, de aperitivos, de bollería industrial; el mundo
del consumo ha cambiado sobre todo los hábitos.
En Primaria si se trabaja la alimentación desde
el profesorado, pero cuando llega a Secundaria hay que actuar de otra manera
porque los referentes se cambian, las autoridades se cambian; la adolescencia
es una época de transgredir normas, cuestionar autoridades, entonces hay que
cambiar las formas de intervenir con ellos.
La familia tiene un papel fundamental en la
educación y en la alimentación más todavía. Cuando los niños son pequeños le
pasa lo mismo que al profesorado que si le dicen, los niños y las niñas comen;
a una cierta edad el tema alimentación queda oculto por otros temas como el
estudio o las salidas.
Cuando trabajamos la alimentación trabajamos la
autoestima y el autoconcepto porque si no te quieres, no te cuidas.
Nosotros no entramos en cosas muy técnicas sino
que reflexionen sobre cómo comen, que tienen que comer de todo que es muy
importante porque su cuerpo llega a ser el de una persona adulta y se
tiene que desarrollar plenamente y para eso también hace falta mover el
cuerpo".
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