En el programa de hoy hemos hablado del TDAH. Quizás dicho
así habrá muchas personas que no sepan qué es esto, pero enseguida lo van a
descubrir cuando yo les diga que uno de los síntomas visibles de este trastorno
la hiperactividad.
Efectivamente, enseguida se nos habrá venido a la cabeza
algún conocido que tiene un hijo o una hija que no para quieta ni un momento.
También el profesorado tendrá en mente a algún alumno que tiene o que tuvo, y
con el que lo pasó muy mal. Y es que el TDAH es un trastorno que ha sido
desconocido hasta no hace mucho, y por ello no se ha dispuesto del conocimiento
de los datos que nos ofrecen las investigaciones acerca de su origen, de la
evolución y las características que presenta en los afectados. Del mismo modo
hasta no conocer su origen tampoco se han podido poner los medios para poder
controlar algunos aspectos de su sintomatología.
Pero esta enfermedad tiene un campo de influencia, más allá
del propio sujeto que la padece, los padres en primer lugar, la escuela y el
entorno de allegados sienten y padecen a la vez la dificultad por limitar un
comportamiento y estimular otros que beneficien su inclusión en la sociedad.
El conocimiento de este trastorno es fundamental para las
familias porque si tienen este diagnóstico podrán ayudar mejor a sus hijos
proporcionándoles un tratamiento adecuado tanto físico como psicológico.
El trastorno de déficit
de atención e hiperactividad es bastante frecuente aunque a veces no sepamos
qué es lo les pasa a estos niños o niñas y creamos que simplemente son unos
maleducados.
Como invitado para
hablarnos de este trastorno hemos contado con Manuel Morillas Perdigones. Manuel
es psicopedagogo y Logopeda en el CEIP Alcalde Joaquín García de Alcalá de
Guadaira.
"Es un trastorno neurobiológico que se diagnostica en
la infancia aunque puede permanecer hasta en la vida adulta. Se caracteriza por
presentar unos síntomas de hiperactividad e inatención; el niño cuando se le
habla parece que no escucha, cuando se le da una orden parece que no la
entiende y actúan sin pensar, actúan por impulso, se cansan pronto y por eso
dan problemas en el aula.
Su origen está en un mal funcionamiento de algunas
zonas del cerebro pero sin ninguna malformación asociada es decir, si se le
pasa un TAC no daría nada significativo.
En 1902 se describen por
primera vez como una enfermedad por detrás de los trastornos de esquizofrenia y
trastornos bipolares, no como hoy conocemos el TDAH.
En la literatura no científica aparecen datos de niños con
este tipo de trastornos que hoy conocemos pero ya se conocía estas definiciones
anteriormente: que había alumnos inquietos que no terminaban las tareas, que
respondían y concuerdan con las características que hoy denominamos del TDAH.
Es un funcionamiento erróneo del cerebro, una pequeña parte
puede ser heredada, y por otra parte que influye es el ambiente donde se
desarrolla.
Normalmente las preocupaciones aparecen a los 3 años en el
colegio, porque antes en la familia se cataloga de inquieto, que no se entretiene
pero no lo percibe como trastorno. En la clase, la tutora puede observar un
comportamiento de que no responde a las normas, no atiende, rompe los juguetes y entonces llama
a la familia para poner en común y tratar de resolverlo. En el caso de que vaya
más allá se hace cargo el orientador del centro dándoles unas normas para que
las cumpla en casa y en el colegio.
En los estudios sobre TDAH las estadísticas dan una cifra
entre un 4% y un 8% de la población infantil, aunque algunos otros pasan desapercibidos, como niños difíciles pero no están
diagnosticados"
Agradecemos las aportaciones de nuestro invitado sobre este
tema. Con sus intervenciones hemos podido conocer algunos datos, recursos y
estrategias para poder convivir con un niño o niña con este trastorno.
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