Dedicado a todos los
docentes que están, a los que han sido, y a todos y todas
los que aún faltan por
llegar.
Unida a nuestra infancia y adolescencia está la escuela.
Unida a la escuela está la figura del docente. Unida a la figura del docente de nuestra
infancia está nuestra forma de ver y comprender el mundo.
El
y ella nos marcaron, nos enseñaron a pensar, a participar, y también supieron
entendernos y animarnos cuando nos hizo falta. La figura del docente era
importante en una sociedad donde se le pagaba muy poco, no había muchas
escuelas y la escolarización era muy baja.
El profesorado de nuestro país, hoy, se ha multiplicado,
tenemos escuelas para todos los niños y niñas y el sueldo es razonable, sin
embargo los cambios sociales, económicos y tecnológicos no siempre mantiene a
los docentes satisfechos con su labor ni con la valoración que se hace de ella.
Los cambios de leyes educativas, el poco apoyo de la
administración o de las familias que hacen recaer sobre el docente casi todo el
peso de la buena marcha del proceso educativo del alumnado, invita a la
desilusión, a la apatía o a la rutina.
Pero esta profesión merece tener los mejores profesionales
porque esta es la profesión que tiene más responsabilidad en la sociedad y por
lo tanto es la más importante. Sin los docentes no se puede avanzar. Ellos son
una pieza fundamental en la educación de nuestros hijos e hijas, y por
educación entendemos mucho más allá que unas buenas notas en cualquier
asignatura.
El Día Mundial de los Docentes se viene celebrando cada 5 de
octubre desde 1994, año de su instauración por la Unesco. Tiene como objeto
movilizar apoyo para los docentes y garantizar la atención de las necesidades
de las generaciones futuras.
- Almudena Cordero
Romero, Licenciada en Filología Inglesa, Máster en Estrategias de Enseñanza y
Aprendizaje Bilingüe por la Universidad de Sevilla y es profesora de Secundaria
en el Instituto Jacarandá de Brenes.
- Alfonso Borrego Prieto,
Delegado de FAD.
"En la FAD que
llevamos tantos años trabajando en la prevención de riesgos, nuestro trabajo es
fundamentalmente de programas Educativos y en ese campo hemos trabajado mucho
con profesorado, familias y en algunos casos con jóvenes, con mediadores
sociales intentando tratar con ellos de capacitarlos de mejorar su formación y
su cualificación para enfrentarse a nuevos programas educativos, nuevos retos.
En esa línea tenemos en Andalucía desde hace mucho tiempo de nueve o diez
formadores, aparte de nuestra escueta plantilla de personal de la FAD, nuestra
fuerza principal es ese equipo formadores y los muchos profesores, mediadores
sociales y técnicos del Ayuntamiento que colaboran en nuestros
programas".
El profesorado siempre ha
estado presente en las estrategias de la FAD porque ha sido un cuerpo al que
nos hemos dedicado como los mediadores principales para todo el trabajo
educativo de la FAD y nuestros programas formativos se han apoyado en la
formación y capacitación del profesorado, como primera piedra.
"Hoy hablamos de
algunas princesas del pueblo y otros famosetes y los llenamos de un prestigio
social absolutamente inmerecido y sin embargo nos dejamos en el tintero esa
necesidad de revitalizar el prestigio social de una figura tan importante como
la de maestro o la maestra. La opción de la FAD es la de seguir revitalizando y
reforzando la imagen de prestigio de la figura del docente".
"A. Cordero: “El
trabajo del docente de hoy en día es muy difícil, que quema mucho y lo que nos
caracteriza es que somos como el ave Fénix, nos hundimos y resurgimos, ese es
nuestro gran valor. Tenemos muchas dificultades en los institutos. Mi instituto
no es problemático ni mucho menos, pero es difícil trabajar con tanto número de
alumnos, con tanto alumno distinto, con tantos problemas, con tanto como se
espera de nosotros para lo que además no estamos preparados, porque en mi caso
yo estudié una carrera de Filología Inglesa y ahora me veo tratando problemas
de alumnos que pertenecen a familias desarraigadas socialmente,
desestructurada, con problemas propios de concentración y para eso no estaba
formada. Estudié para dar un segundo idioma y sin embargo ahora me veo que
tengo muchísimas más obligaciones y que se espera de mí mucho más de lo que en
un principio yo podía esperar que dar.
Para eso, muchísima
ilusión y resurgir cada día un poco vas aprendiendo y ahora mismo el colectivo
de docentes lo que estamos es intentando ajustarnos a lo que se demanda de
nosotros e intentando sobrevivir a ello".
En el programa de hoy
hemos sentido que muchos y muchas compañeras estaban con nosotros.
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